Limpieza primaveral por devoción
Antes de que empiece el mes, la hermana Razia nos recomienda que «hagamos sitio» para todas las bendiciones del Ramadán. Al igual que hacemos una limpieza de nuestras casas en primavera, debemos desechar de nuestras mentes todas las cosas que nos embarullan la cabeza. Esto es, liberarnos del rencor, la ira y la frustración que nos están atosigando y hacer sitio para el sabr (paciencia), taqwa (devoción) y la amabilidad que trae consigo el Ramadán.
Aprender del Ramadán anterior
Una vez hayas hecho (y logrado) lo anterior, es importante recordar las cosas de las que más te arrepentiste al final del Ramadán anterior y tenerlas en cuenta para realzar los aspectos en los que quieres centrarte este año. Tendrías que tener, aproximadamente, un mínimo de tres metas para este Ramadán. Estas metas tienen que ser claras y factibles, para que haya más posibilidades de que puedas conseguirlas. Por ejemplo, en vez de simplemente decir que esperas poder leer todo el Corán, planifica un horario y establece una meta diaria de lectura, por ejemplo, 10 minutos después de cada rezo.
Visualiza tu Ramadán ideal
Cuando hayas llegado hasta aquí, pregúntate cómo de bueno, genial o increíble sería tu Ramadán ideal. Como destacó la hermana Razia, de forma natural, tendemos a conformarnos con lo bueno, pero este mes tan dichoso es el momento ideal para esforzarnos y luchar para que este año sea genial o, incluso, increíble.
Esto significa ir adquiriendo, de forma gradual, nuevos hábitos en nuestro día a día, como, por ejemplo, incrementar el dhikr (rememoración de Dios), las oraciones voluntarias o reflexionar sobre nuestra fe. Desarrollar estos hábitos con antelación al Ramadán puede hacer que ya no parezcan tan nuevos cuando comience este mes. De hecho, para ayudarte a ello, Islamic Relief ha lanzado unos recursos para ayudarte este Ramadán.
Perfecciona lo que es obligatorio
A la hora de añadir unos hábitos voluntarios espirituales a nuestra rutina, tendremos que cerciorarnos de que estamos haciendo nuestras oraciones diarias. Esto va más allá de simplemente rezar, consiste en hacer un esfuerzo por orar con puntualidad y con una mejor meditación. Aprender el significado de versículos concretos y meditarlos puede ayudarnos a conectar mejor con nuestras oraciones.
Incluso antes de que vayas a empezar a rezar, haz el wudu (ablución) como una forma de purificación tanto corporal como mental. Hay muchas prácticas similares que podemos adoptar cuando estemos leyendo el Corán, pero esto es algo que tendremos que ir incrementando de forma gradual a la hora de prepararnos no solo para este mes, sino para después. Conectar de verdad con las palabras que estás a punto de leer es un paso importante para aprovechar y disfrutar plenamente de los versículos del Corán.
Incluso antes de que vayas a empezar a rezar, haz el wudu (ablución) como una forma de purificación tanto corporal como mental. Hay muchas prácticas similares que podemos adoptar cuando estemos leyendo el Corán, pero esto es algo que tendremos que ir incrementando de forma gradual a la hora de prepararnos no solo para este mes, sino para después. Conectar de verdad con las palabras que estás a punto de leer es un paso importante para aprovechar y disfrutar plenamente de los versículos del Corán.
No te olvides de purificar tu riqueza