Las principales causas de la crisis humanitaria en Etiopía siguen siendo: el conflicto en curso en Tigray, Amhara y Afar, las crisis climáticas recurrentes como las inundaciones y las sequías, la invasión de langostas del desierto y el impacto socioeconómico de la pandemia del COVID-19.
El número total de personas necesitadas para el 3er trimestre es de 23,8 millones en todo el país.
En Tigray, se estima que 5,2 millones de personas, o el 90% de la población de la región de Tigray, necesitan urgentemente asistencia humanitaria, incluidas 400.000 personas que ya enfrentan condiciones similares a la hambruna.
Al no poder llegar suficientes suministros sanitarios, dinero en efectivo y combustible,la situación humanitaria en el norte de Etiopía empeorará drásticamente, particularmente en la región de Tigray.
Las reservas de ayuda de emergencias, dinero en efectivo y combustible se están agotando por completo o ya están completamente agotadas. Las reservas de alimentos ya se agotaron el 20 de agosto y sólo 131.000 personas recibieron asistencia alimentaria entre el 19 y el 25 de agosto en la Ronda 2. 547.000 personas recibieron asistencia la semana anterior.
Un mínimo de 100 camiones de alimentos, artículos no alimentarios y combustible deberían llegar a Tigray todos los días para poder dar una respuesta adecuada.
Para poder llevar a cabo operaciones humanitarias, se necesitan alrededor de 6,5 millones de dólares (lo que equivale a 300 millones de birr en moneda local) cada semana, ya sea a través de un sistema bancario que funcione o a través de la la aprobación del Gobierno para transportar efectivo.
Desafortunadamente, desde el 12 de julio, sólo 88 millones de birr han sido autorizados o enviados a Tigray (4.2% de lo que se necesita). Según los procedimientos establecidos por el Gobierno de Etiopía, los socios solo pueden transportar un máximo de 2 millones de birr en los vuelos del Servicio Aéreo Humanitario de las Naciones Unidas.Tan sólo 20,000 dólares de efectivo están actualmente disponibles para los socios en Tigray, sin embargo se necesitan 132.5 millones de dólares para finales de año. Se necesita un mínimo de 200,000 litros de combustible como parte de la respuesta humanitaria cada semana, pero tan sólo 282,000 litros (12 camiones) han llegado a Tigray desde el 12 de julio, y ninguno desde el 16 de agosto, aproximadamente el 28% de la cantidad necesaria desde entonces.
La situación en Tigray se está agravando aún más después de que el conflicto se descontrolara en las regiones vecinas de Afar y Amhara,lo que está aumentando considerablemente las necesidades humanitarias en ambas regiones.
En Amhara y Afar, el Gobierno informa de que alrededor de 4,5 millones de personas se han visto afectadas y de que hay más de 550.000 personas desplazadas en Amhara y Afar debido a los ataques del TPLF en esas regiones.
Millones de personas están a punto de sufrir hambruna, incluidos 1,7 millones de personas en las zonas fronterizas de las regiones de Afar y Amhara.
Las personas desplazadas tienen pocas pertenencias y duermen en refugios superpoblados, escuelas o incluso a la intemperie, por lo que pueden estar expuestas a las lluvias y al clima frío en regiones de gran altitud. El agua, los alimentos, el dinero en efectivo, el combustible y la energía son muy escasos, y las personas desplazadas dependen en gran medida de las comunidades de acogida, que a menudo tienen pocos recursos de sobra.
El gobierno dice que la respuesta de la ONU y de las ONG internacionales a la crisis de desplazados internos en Afar y Amhara es insuficiente
Por otro lado, también se tiene información de que algunas agencias de ayuda como la Unión Europea, la ONU y la OMS, están intensificando su apoyo: el primer vuelo del Puente Aéreo Humanitario de la Unión Europea (UE) llegó a Tigray el 12 de septiembre de 2021.El Centro Logístico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Dubai entregó 85 toneladas métricas de suministros médicos vitales en Etiopía, lo que ha supuesto el mayor envío individual de carga humanitaria hasta la fecha transportado por vía aérea por el Hub.
La guerra en las regiones septentrionales de Etiopía, Tigray, Amhara y Afar, no sólo está teniendo repercusiones en los medios de subsistencia de las poblaciones afectadas, sino que también ha causado una destrucción sin precedentes de la infraestructura pública, como las escuelas y los centros de salud. En Tigray,se ha interrumpido el sistema escolar y la guerra ha obligado a más de 1,42 millones de estudiantes a abandonar la escuela, habiendo además más de 7.000 escuelas dañadas, al mismo tiempo que en Amhara, más de 260 escuelas fueron destruidas y alrededor de 2.511 escuelas han sido parcialmente demolidas.
Respecto al COVID-19, datos del Ministerio de Salud (MoH), indican que hasta la fecha se realizaron 3.384.314 pruebas de Covid-19 y se registraron 332.961 casos positivos, 5130 fallecimientos, 300.684 personas se han recuperado y 27.145 casos permanecen activos. El ministerio ha informado de que hay una alta probabilidad de que surja una tercera ola de nuevas infecciones
El ministerio también ha anunciado que se ha detectado la presencia de la variante Delta de COVID-19 en Etiopía a través del diagnóstico de laboratorio.
El número de nuevos casos confirmados, los pacientes en cuidados intensivos y el número de muertes por la variante delta están aumentando de manera alarmante, poniendo en riesgo la situación socioeconómica de la región.
Debido al impacto de los conflictos y a la propagación del COVID-19 mencionados anteriormente, la inflación de precios se está disparando. Los informes indican que la tasa de inflación general actual de alimentos y artículos no alimentarios en el país es del 26%, lo que ha afectado gravemente a la vida y los medios de subsistencia de las poblaciones, no sólo en las regiones afectadas por el conflicto, sino también en todo el país.
La respuesta de Islamic Relief
El plan de respuesta de Islamic Relief dentro de Tigray tuvo que suspenderse después del alto el fuego unilateral del gobierno y la retirada de las tropas del gobierno federal y la toma de Tigray por el TPLF el 28 de julio de 2021, tras lo cual se detuvieron la mayoría de las operaciones humanitarias.
IR centró su apoyo en los desplazados internos de Tigray en los distritos de Yallo y Megale de la Zona 4 en Afar. Se distribuyeron 670 paquetes de alimentos y 360 kits de NFI a los hogares de los desplazados internos de Tigray.
En respuesta a esta crisis de desplazados internos dentro de Afar, IR hizo una solicitud de cambio de programa a proyectos financiados por socios de IR (IR Ireland, PD en línea, IR España, IR Noruega, IR B) que proporcionaron pequeñas subvenciones para la respuesta de Tigray en Yallo y Megale para apoyar a las personas alojadas en el centro de desplazados internos de Digdiga-Zona 4 Un total de 310 hogares recibieron productos NFI que incluyen utensilios de cocina, materiales de cama, refugio y kits sanitarios.
Además, 2.496 hogares de desplazados internos recibieron carne de Udhiya.
