¿Por qué estamos ayudando a las ciudades de Bangladesh a enfrentar una creciente oleada de residuos?
Podemos disfrutar de los alimentos que comemos, el aire que respiramos y el agua que bebemos gracias al medio ambiente. Sin embargo, estamos dañando ese mismo medio ambiente, perjudicando así los recursos naturales y, en última instancia, nuestras condiciones de vida tal como las conocemos. Las actividades que ha llevado a cabo el ser humano han estado cambiando el planeta durante décadas y, cuanta más demanda tenemos de recursos, más presión estamos ejerciendo sobre el medio ambiente. Con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, queremos arrojar luz sobre la cuestión de la contaminación por residuos y el daño que está causando al entorno en el que vivimos.
En el último siglo, el consumo público ha aumentado tanto que la contaminación por desechos se ha convertido en uno de los problemas ambientales más apremiantes del mundo. La contaminación por residuos sólidos y plásticos es más común en los países más empobrecidos de Asia, que tienen poca o ninguna infraestructura de recolección de desechos. Sin embargo, los países más ricos, especialmente aquellos en los que se reciclan pocos residuos, también tienen dificultades para realizar su recogida. El problema de los residuos plásticos se ha extendido tanto que las Naciones Unidas han elaborado un tratado mundial para ayudar a abordar la cuestión.
Daños causados a la naturaleza
Cada año, millones de animales son matados por desechos sólidos y plásticos, desde aves y peces hasta mamíferos marinos. Se sabe que cerca de 700 especies, entre ellas muchos animales en peligro de extinción, están afectadas por los residuos plásticos.
La basura es particularmente dañina. Los desechos no se descomponen por sí solos y por lo tanto permanecen en el medio ambiente durante décadas. El plástico presente en la basura se desmenuza en pequeñas partículas, conocidas como microplásticos. El microplástico termina en nuestros ríos y mares, de donde se alimentan los peces, los mariscos y otros animales y, finalmente, acaba volviendo a aparecer en nuestros platos a través de la cadena alimentaria.
En todo el mundo, 100.000 mamíferos marinos y al menos 1 millón de aves marinas mueren cada año a causa de los desechos que inundan los océanos. Más de 8 millones de toneladas de residuos desaparecen en el agua cada año. Actualmente, existe una enorme zona donde se acumulan todos esos residuos flotantes, conocida como “la sopa de plástico”.