Cada Ramadán somos testigos de las generosas donaciones de la gran comunidad de donantes y simpatizantes que depositan su confianza en Islamic Relief.
Este apoyo nos sirve para cumplir nuestra misión y servir a millones de personas en más de 30 países alrededor del mundo.
Este Ramadán 2021 hemos vuelto a contar con el apoyo de los donantes comprometidos con la causa y esto nos ha permitido incluso realizar distribuciones de Ramadán en España. Contando con el trabajo incansable de los voluntarios pudimos entregar vales y paquetes de alimentos a alrededor de 1.000 familias en la Península, alcanzando a más de 4.000 personas.
En colaboración con organismos y entidades locales, facilitamos el acceso a alimentos a personas en situación de vulnerabilidad en diferentes puntos de Gerona, Barcelona, Madrid, Málaga y Almería. Nuestro equipo se ha esforzado por llegar a las personas que más lo necesitan en España, desde mujeres víctimas de la violencia de género, personas discapacitadas, migrantes y refugiados hasta familias (incluidas las monoparentales) sin o con escasos ingresos para subsistir.
El equipo de voluntarios estuvo involucrado en las diferentes etapas del proyecto: desde la adquisición de los productos hasta su distribución y monitoreo, trabajando de forma organizada y velando por que las medidas de seguridad se respetasen y cumpliesen. . En Barcelona, los voluntarios dedicaron un fin de semana al empaquetado de 250 paquetes de alimentos para su posterior distribución en varias zonas de la provincia y Gerona.
Además de los paquetes de alimentos, Islamic Relief España entregó 737 cupones para la compra de alimentos a usuarios de Madrid, Málaga y Almería, que pudieron canjear en supermercados. De esta manera, el usuario tiene la libertad de escoger los productos alimenticios que precise y se adecúen a su dieta. Cada sobre que se le entregó a las familias incorporaba una carta informativa escrita en diferentes lenguas para facilitar la comprensión. Además, los voluntarios informaron sobre cómo canjear los vales en los supermercados y el proceso de presentación de quejas y reclamaciones.
Detrás de las casi mil familias a las que hemos llegado este Ramadán, hay historias escalofriantes de personas que buscan salir de las garras de la pobreza en nuestro país. Mouna*, una madre de tres niños nos cuenta el impacto de la ayuda que recibió de Islamic Relief:
“Suelo comprar lo más básico: aceite, harina, azúcar… Productos que necesito en casa. Pero ahora puedo comprarles a mis hijos dulces y chocolate. Es una bendición de Allah y le doy las gracias por esta ayuda. Me gustaría agradecer a Islamic Relief porque no nos han olvidado. Que Allah os recompense. Doy las gracias a cada persona que nos ha ayudado en esta iniciativa de Islamic Relief.”
*Nombre ficticio
Durante la implementación del proyecto, los voluntarios vivieron de cerca la gran necesidad por la que miles de familias están atravesando, agudizada por la actual pandemia de la COVID-19. El contacto directo con las personas usuarias y sus historias les ha marcado. Safaa, una de las voluntarias de Madrid que participó en los repartos de esta ciudad y en los de Málaga, Vícar y los asentamientos de personas migrantes en Níjar, Almería, afirma lo siguiente:
“Es una situación chocante y reconfortante a la vez. He tratado con personas de diferentes edades, orígenes y que habían pasado por vivencias muy traumáticas.
Sin que ellos lo sepan, me han ayudado a mirar a través de sus ojos y a ver una realidad muy desagradable. Y a pesar de eso, los beneficiarios han sido muy amables y gentiles con nosotros.
Necesitan que alguien les escuche y apoyar su hombro en el de alguien más. Ojalá poder volver a hacer repartos pronto.”
Al igual que Safaa, Sara, otra voluntaria de Madrid que participó en los preparativos previos a la distribución, los propios repartos y el monitoreo del proyecto nos cuenta:
“Durante el reparto de vales a las familias en la campaña de Ramadán, he tenido varios sentimientos encontrados con el reencuentro de las familias tras escuchar su situación. Si tengo que destacar algunos sería:el sentimiento de tranquilidad y felicidad instantánea, tras la sonrisa, seguida de palabras de agradecimiento por el simple acto que acaba de pasar con el representante familiar. El poder ser en ese momento, ‘subhanaAllah’, la persona que absorbiera por unos minutos todas las dificultades que están superando. Después, cuando toca una familia con niños menores piensas: ‘Espero que con esta pequeña ayuda puedan comprar productos básicos, pero que también puedan comprar algún dulce o chocolate para los/as peques de la familia’. Pero al instante crees que en la mayoría de los casos seguro que será imposible. Y de nuevo te invade el sentimiento de tristeza. Pero en general ha sido una experiencia de mucho aprendizaje personal y colectivo. Siempre en colaboración con otros voluntarios que comparten tus mismos ideales de la necesidad de tender la mano siempre al más vulnerable.”
La delicada situación por la que atraviesan miles de personas afecta a su estado emocional. Una de las cosas por las que las personas usuarias se sienten agradecidas es la atención que han recibido, el poder desahogarse con alguien. Mouna nos cuenta:
“Me gustaría mantener el contacto con o sin dinero o cupones porque quiero que nos escuchéis”.
Agradecemos la confianza depositada en nosotros otro año más y te pedimos que sigas apoyando la causa dado que la necesidad es cada vez más grande.