La noticia de un acuerdo entre Hamás e Israel es un fugaz rayo de esperanza tras más de 15 meses de atrocidades sin precedentes e implacables, pero la gran prueba será ver qué sucederá a continuación, si se respeta y si una pausa temporal se convierte en permanente.
No será posible una paz duradera sin el fin de la ocupación israelí de Palestina.
Durante casi 500 días, Israel ha llevado a cabo masacres diarias, crímenes de guerra, limpieza étnica y hambruna contra civiles palestinos en Gaza, mientras las súplicas de un cese del fuego eran ignoradas. Hemos sido testigos de una destrucción inimaginable que ha dejado la Franja de Gaza en ruinas, ha matado a decenas de miles de personas y ha dejado a aún más personas con heridas que les han cambiado la vida. El derecho internacional ha sido pisoteado con total impunidad mientras Israel ha atacado hospitales, escuelas y refugios, ha reubicado a familias por la fuerza y ha bloqueado cruelmente la ayuda humanitaria para que no llegue a los supervivientes, matando a bebés por desnutrición e hipotermia.
Incluso cuando estas negociaciones estaban en la etapa final, decenas de palestinos más han muerto en tan sólo las últimas 24 horas, mientras las bombas israelíes seguían cayendo sobre los refugios.
Rezamos para que esto se detenga ahora. Es vital que este acuerdo se aplique ahora de forma completa e inmediata, y que la pausa temporal inicial se convierta en un alto el fuego permanente.
La situación humanitaria es catastrófica, y esperamos que este acuerdo permita a las agencias de ayuda aumentar masivamente la asistencia para ayudar a detener la amenaza de hambruna. Islamic Relief está dispuesta a aumentar nuestra respuesta, pero las promesas anteriores de permitir la entrada de más ayuda durante el año pasado se rompieron de inmediato. Ahora deben levantarse todas las restricciones al acceso humanitario, y la comunidad internacional debe exigir cuentas a Israel si la ayuda sigue bloqueada.
Este acuerdo debe conducir a una paz duradera, con justicia y rendición de cuentas por los horrores perpetrados contra los civiles. Queremos ver una paz duradera donde todas las personas puedan vivir con seguridad y dignidad, y se respeten sus derechos humanos fundamentales. Creemos que esto no será posible hasta que se aborden las causas profundas de la crisis y se ponga fin a la ocupación israelí de Palestina.