Market es una mujer respetada y humilde. Ha tenido que hacer frente a muchas dificultades a lo largo de su vida y nunca ha pedido ayuda.
No creía que recibiría ayuda alguna y se conmovió profundamente cuando escuchó que, en realidad, había personas preocupadas por su bienestar y el de su familia.
“Es cierto que Allah nunca te abandona. Mi hermano presentó una solicitud a Islamic Relief por mí. No esperaba que llegara ayuda, pero un día, unos miembros de Islamic Relief vinieron a nuestra zona para hacer una evaluación.
“Les di las gracias cuando nos dijeron que nos ayudarían a instalar un sistema de calefacción, pero no estaba segura de que regresarían. Nadie te ayuda sin recibir algo a cambio y nunca antes había presenciado algo así.
“Sin embargo, me alegra haber estado equivocada. No podía creer lo que veían mis ojos cuando regresaron con todo el material necesario. Que Allah los bendiga a todos, fortalezca su fe y aumente su baraka.
“Antes vivíamos en muy malas condiciones. Tengo 5 hijos, el mayor tiene 15 años y el menor, 4. Siempre hacía mucho frío en casa. Nadie en nuestra familia tiene ingresos constantes y es por eso que nunca hemos podido reparar o instalar un sistema de calefacción por nuestra cuenta.
“Islamic Relief instaló dos ventanas y un sistema de calefacción en nuestra casa. Solo les había pedido que me ayudaran a con 2 ventanas, ni siquiera soñamos con un sistema de calefacción.
“Los niños están tan felices. Antes hacía tanto frío en nuestras habitaciones que cuando los niños se levantaban por la mañana les daba pereza para vestirse y, a menudo, enfermaban. Ahora están contentos por la mejora de las condiciones. Estoy muy feliz porque quería mejorar sus condiciones de vida… porque no estoy segura de que vaya a vivir mucho.
“Durante dos años estuve postrada en la cama con problemas cardíacos. Gracias a mi hermano, he podido recuperarme y volver a ponerme de pie. Sigo tomando medicamentos. Ahora no me preocupo tanto por el futuro, mis hijos tienen un hogar cálido. La casa estaba en muy mal estado antes. Ahora mis hijos pueden invitar a sus compañeros de clase y enseñarles cómo ha quedado la casa.
“Muchas gracias a todos los donantes. Rezaré por vosotros todos los días. Estáis haciendo grandes obras y que Allah esté complacido con vosotros».