Hoy se cumplen 14 años del inicio de la crisis en Siria; 14 años desde que lo que comenzó como manifestaciones pacíficas se convirtió en un conflicto nacional que obligó a millones de familias sirias a huir de sus hogares
Ha sido una crisis caracterizada por su longevidad y complejidad, sin una primera línea de combate y con múltiples actores internacionales involucrados
El impacto en la población siria ha sido monumental.
En los últimos 14 años, más de 500.000 personas han muerto, mientras que pueblos, ciudades y aldeas enteras yacen en ruinas. Más de 130.000 personas han sido detenidas, secuestradas o desaparecidas en Siria desde 2011.
Los servicios básicos como la electricidad, el agua y la atención médica son limitados o inexistentes. Para decenas de miles de personas, simplemente no hay medios de vida disponibles.
El conflicto ha transformado a Siria en una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo. Actualmente hay más de 7,4 millones de desplazados internos en Siria, mientras que otros 6,2 millones se encuentran en el extranjero, buscando refugio en países vecinos.
Sin embargo, este año es diferente. Por primera vez desde 2011, los sirios desplazados han tenido un atisbo de esperanza tras el histórico cambio de gobierno en diciembre de 2024.
Ahora, un número creciente de sirios planea regresar a casa. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que, al 5 de febrero, 270.000 sirios han regresado a Siria desde el 8 de diciembre de 2024.
Pero ¿qué se encuentran exactamente los sirios que regresan a casa?
Si bien el cambio de autoridades ha brindado la esperanza de un nuevo amanecer para el país, la situación en Siria sigue siendo grave: gran parte del país ha sido destruida o dañada por el prolongado conflicto.
Apoyar la enorme afluencia de repatriados es complicado. Pueblos y ciudades yacen en ruinas, servicios básicos como electricidad, agua y atención médica son limitados o inexistentes; el sustento de miles de personas pende de un hilo.