La declaración de la administración de Trump sobre Gaza es un llamado directo a la limpieza étnica y no debe quedar sin respuesta, dice Islamic Relief
La declaración del presidente Trump de que Estados Unidos «tomará el control de la Franja de Gaza» tras desplazar por la fuerza a toda su población es un llamado directo a la limpieza étnica y no debe quedar sin respuesta.
Gaza pertenece al pueblo palestino, un derecho que está consagrado en el derecho internacional, y cualquier sugerencia de lo contrario es peligrosa e inaceptable. Los líderes mundiales y la comunidad internacional deben condenar explícita e inequívocamente estas declaraciones.
Esta política no solo constituiría una grave violación del derecho internacional y un intento de borrar a los palestinos como pueblo, sino que también corre el riesgo de romper un alto el fuego ya frágil y alimentar aún más la inestabilidad en la región en un momento crítico.
Esta es la admisión más clara hasta ahora de que el gobierno de Estados Unidos condona la política de larga data de Israel de anexión forzosa y proporciona una legitimidad peligrosa a las voces más extremistas en Israel, aquellas que han abogado durante mucho tiempo por la destrucción, la limpieza étnica y el reasentamiento de Gaza.
Las declaraciones del presidente Trump plantean a la comunidad internacional una dura disyuntiva: actuar en función de sus principios o permanecer en silencio mientras se socavan el derecho internacional y los principios básicos de la Carta de las Naciones Unidas.
La magnitud de la destrucción y las necesidades humanitarias no pueden utilizarse como excusa para obligar a los palestinos a abandonar Gaza. Los dirigentes mundiales deben mostrarse firmes ante un respaldo tan abierto a la limpieza étnica y la ocupación. Deben actuar ahora para reafirmar su compromiso con el derecho internacional y los derechos del pueblo palestino. No hacerlo dejará una marca indeleble en nuestra humanidad compartida.