Una catástrofe humanitaria inimaginable en Gaza mientras el número de fallecidos supera los 27.000
Los gazatíes están soportando una catástrofe humanitaria inimaginable después de más de tres meses de bombardeos implacables. El número de fallecidos ha superado los 27.000, y se estima que 1 de cada 25 personas en Gaza está herida o muerta.
Se están ignorando las leyes internacionales y los líderes mundiales no han actuado para detener la masacre en la que se está matando a civiles a un ritmo nunca antes visto en conflictos de este siglo.
Alrededor de 100 niños por día han sido asesinados en los últimos tres meses, y se espera que esta cifra aumente a medida que crece la amenaza de caer en hambruna y contraer enfermedades. A pesar de la enorme necesidad, se permite la entrada de muy poca ayuda a Gaza, donde la crisis humanitaria empeora día a día. Para poner fin a este sufrimiento, Islamic Relief sigue pidiendo un alto el fuego inmediato y permanente, y el fin del asedio israelí.
La peor crisis de hambre del mundo
En medio del desplazamiento de miles de personas y los bombardeos, la población de Gaza está sufriendo la peor crisis de hambre del mundo.
Miles de personas mueren de hambre y la mayoría de las familias pasan días sin comer nada. El equipo de Islamic Relief nos informa de la situación de cientos de niños desesperados que deambulan por las calles en busca de sobras y a bebés recién nacidos que mueren de enfermedades y hambre.
La mayor parte de las tierras agrícolas fértiles de Gaza han sido destruidas y casi todas las actividades agrícolas, ganaderas y pesqueras se han detenido debido a los bombardeos. Las panaderías han sido destruidas o no pueden funcionar por falta de combustible, agua y harina. Y a medida que se acaban los alimentos, los precios aumentan, lo que dificulta aún más el acceso a comida para las familias.
Esta devastadora crisis de hambre es enteramente provocada por el hombre.
Desplazamiento y destrucción
El desplazamiento de personas se suma a los desafíos de encontrar alimentos, ya que los movimientos masivos dentro de la Franja de Gaza ejercen presión sobre los recursos cada vez más escasos. Más de 1,9 millones de personas (casi el 90% de la población) están ahora desplazadas.
Muchos han tenido que moverse más de una vez en busca de seguridad, que no pueden encontrar en medio del bombardeo en curso. Muchas familias se han reunido en refugios extremadamente poblados donde las enfermedades se están propagando rápidamente. Esto ha provocado que miles de familias se queden en la intemperie, lo que se convierte en algo cada vez más peligroso a medida que las temperaturas invernales llegan a Gaza.
La magnitud del daño que el bombardeo ya ha causado es incalculable. Ya paralizados por el asedio, muchos de los servicios básicos de Gaza han colapsado.
Los hospitales no pueden hacer frente al flujo de heridos y enfermos: alrededor del 60% están ahora fuera de funcionamiento, mientras que los que aún funcionan luchan por continuar. Mientras tanto, el 90% de los edificios escolares han resultado dañados, matando a miles de estudiantes. La falta de combustible ha hecho imposible suministrar agua, recoger basura u operar la central eléctrica de Gaza.
Las autoridades israelíes continúan bloqueando las telecomunicaciones durante días, lo que impide a los civiles pedir ayuda, mantenerse al día con las noticias o ponerse en contacto con sus seres queridos. La caída de las comunicaciones también han tenido un impacto significativo en la distribución de ayuda humanitaria.
Apoyo inquebrantable
Los equipos de Islamic Relief están sobre el terreno distribuyendo alimentos y otro tipo de ayuda esencial a personas que lo necesitan desesperadamente. El apoyo del público y la dedicación de nuestro personal y socios en Gaza, que enfrentan los mismos desafíos que las comunidades a las que sirven, han hecho posible continuar dando apoyo a las personas vulnerables.
En los primeros días de la crisis, distribuimos más de 2 millones de artículos de suministros médicos en hospitales y centros de salud. Desde entonces, hemos entregado a miles de familias platos de comida, dinero en efectivo y verduras frescas; proporcionando agua potable, jabón, cepillos de dientes y productos menstruales para que las personas puedan mantener la higiene, además de mantas y colchones para aliviar el sufrimiento de las familias desplazadas.
Seguimos proporcionando ayuda a niños en Gaza con asesoramiento y actividades de salud mental, incluyendo juegos y espectáculos organizados en refugios para brindarles un alivio del estrés que están soportando. También hemos seguido transfiriendo dinero para ayudar a mantener a miles de niños apoyados por el Programa de Apadrinamiento de Huérfanos en Gaza.
Este trabajo sigue marcando una diferencia real en las vidas de los palestinos, pero no es suficiente. Cada vez que continúa el bombardeo de la sitiada Gaza, se pierden más vidas y se destrozan más futuros. No podemos permitir que esto continúe. Pedimos un alto el fuego inmediato y permanente y el fin del asedio israelí.