Durante la temporada de lluvias de 2020, las tormentas afectaron a la mayoría de las localidades de Kordofán Occidental causando inundaciones y la destrucción de casas y propiedades.
Alrededor de 3.183 viviendas y 407 letrinas quedaron destruidas, así como aulas e instalaciones de salud. Más de una docena de fuentes de agua se dañaron o quedaron completamente inhabilitadas, según los informes de la Comisión de Ayuda Humanitaria, HAC y ONG que se presentaron después de una evaluación conjunta realizada en septiembre de 2020. Además, alrededor de un centenar de hectáreas de tierras de cultivo y ganado fueron arrasadas.
Las familias de Kordofán Occidental se quedaron sin refugio y tuvieron que desplazarse, enfrentándose a muchos riesgos, tales como enfermedades. La situación afectó especialmente a mujeres embarazadas, personas mayores y niños. El daño en las instalaciones de agua, como los pozos, obligó a la población afectada a consumir agua contaminada. Además, el colapso de las letrinas dio lugar a un aumento de la defecación al aire libre, malas prácticas de higiene, y la propagación de enfermedades transmitidas por el agua; dando lugar a problemas de seguridad, en particular, para los hogares en los que el cabeza de familia eran mujeres y niñas. En este contexto, se necesitaba asistencia humanitaria urgente para proteger a las poblaciones afectadas en lo que respecta a la provisión de refugio y servicios de agua, saneamiento e higiene.
A continuación Abdulrahman, padre de 14 hijos (7 chicos y 7 chicas), nos cuenta las dificultades a las que se tuvo que enfrentar el año pasado debido a las fuertes lluvias y cómo se benefició del programa de Emergencias de Islamic Relief: