Después de la breve tregua, resulta escandaloso que las matanzas y la destrucción continúen como si nada hubiese pasado.
Antes de la tregua, en Gaza mataban a un niño casi cada 10 minutos. Es inadmisible que la comunidad internacional se mantenga impasible y permita que continúe este derramamiento de sangre. Más de 15.000 personas ya han sido asesinadas y ahora las vida de miles de personas inocentes se encuentran en peligro inminente.
La ayuda que ha entrado a Gaza los últimos días ha sido insuficiente para hacer frente a esta catástrofe humanitaria.Muchos civiles ahora corren el riesgo de morir de hambre y enfermedades, así como de nuevos bombardeos.
Esta mañana hemos recibido informes de que Israel está ordenando una vez más a la gente que abandone zonas de Khan Younis en el sur, pero no hay ningún lugar seguro al que puedan huir. Quedándose o moviéndose van a ser bombardeados. Exigir a la población que se desplace no exime a Israel de sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario de garantizar la protección de los civiles que no pueden o eligen no irse.