40.000 personas asesinadas debería considerarse una fuente de eterna vergüenza mundial
El asesinato de 40.000 personas en Gaza debería ser una vergüenza global, dice Islamic Relief
Estas 40.000 personas no son sólo números. Son bebés, niños, madres, padres, granjeros, comerciantes, estudiantes, profesores, periodistas, médicos, trabajadores humanitarios, empresarios, abuelos y más. La sociedad entera de Gaza está siendo asesinada mientras el mundo mira.
No puede haber justificación para esta masacre, la cual se está llevando a cabo a la vista de los líderes mundiales que repetidamente han fallado o se han negado a actuar. Estas muertes son la consecuencia inevitable de permitir que se viole impunemente el derecho internacional. A medida que el número de muertos supera los 40.000, los palestinos en Gaza no necesitan más palabras huecas de los gobiernos internacionales: necesitan acciones significativas. Los gobiernos deben hacer todo lo que esté a su alcance para presionar a Israel para que detenga las matanzas, incluyendo la detención de la venta de armas, la suspensión de los acuerdos comerciales y el apoyo a la rendición de cuentas.
Decir que no hay ningún lugar seguro en Gaza se ha convertido en un eufemismo sorprendente. La población civil se ha convertido en un blanco móvil. Israel ha bombardeado a civiles en sus hogares, escuelas, mezquitas, iglesias, mercados, hospitales y campamentos de refugiados. El ejército israelí ordenó a las familias que abandonaran sus hogares y se dirigieran a refugios, y luego les bombardearon en estos mismos refugios. Cientos de personas han muerto tan sólo en los últimos días, incluidas decenas de personas despedazadas cuando Israel bombardeó una escuela donde cientos de familias habían buscado refugio. Al mismo tiempo, Israel continúa impidiendo que llegue suficiente ayuda humanitaria, utilizando el hambre como arma de guerra y empujando a las comunidades a la hambruna.
40.000 personas asesinadas en poco más de 10 meses es algo imposible de comprender. Pero, en realidad, es probable que el número de muertos sea aún mayor: miles de cadáveres siguen desaparecidos y se presume que muchos de ellos siguen bajo los escombros. Muchos académicos estiman que decenas de miles de personas más mueran de hambre, enfermedades y negación de acceso a atención médica. A medida que las necesidades han aumentado, la cantidad de ayuda permitida por Israel ha disminuido.
Otras 92.000 personas han resultado heridas, muchas de ellas con lesiones permanentes que les afectarán el resto de su vida (como la pérdida de extremidades). Es una cifra terrible: 1 de cada 17 palestinos en Gaza ha perdido la vida o ha resultado herido. No hay una sola persona o familia que no haya sido afectada por este horror.
Es demasiado tarde para decenas de miles de personas, pero esta matanza debe cesar, y debe cesar ahora.