La escasez de alimentos en Gaza se está extendiendo a medida que Israel intensifica su política de hambruna para la población civil durante el mes sagrado del Ramadán
Durante los últimos 10 días, Israel ha bloqueado la entrada de alimentos, combustible, medicamentos y otros suministros vitales para la población civil, y ahora está cortando la electricidad: otro acto cruel de castigo colectivo y una flagrante violación del derecho internacional.
Esto impedirá que la gente tenga acceso a agua potable, obligará al cierre de hospitales y provocará brotes de enfermedades. Muchas panaderías y comedores comunitarios ya se han visto obligados a cerrar por haberse quedado sin combustible y suministros.
Privar deliberadamente de alimentos, agua y atención médica a la población civil nunca puede justificarse moral ni legalmente, afirma Islamic Relief.
Es inevitable que niños y algunas de las personas más vulnerables de Gaza mueran, a menos que los gobiernos internacionales ejerzan una fuerte presión sobre Israel para que permita la entrada de suministros. No basta con expresar preocupación; se necesitan medidas inmediatas para evitar que la gente muera de hambre.