Una explosión que lo cambió todo
En este día en el que Siria entra en su décimo año de guerra, queremos contarte la historia de una abuela siria refugiada, Umm Ahmad. A sus 73 años y con 9 nietos, vivía felizmente antes de que comenzara el conflicto en Siria. Esta abuela recuerda momentos felices en su aldea a las afueras de Idlib, donde creció, fue a la escuela y disfrutó de la compañía de sus seres queridos.
No solo nos valíamos por nuestros medios, sino que ayudábamos económicamente a otras familias pobres
“Vivíamos felices en nuestro pueblo y no necesitábamos nada”, nos cuenta Umm Ahmad. “Éramos granjeros. Generábamos nuestro propio sustento. No solo nos valíamos por nuestros medios, sino que ayudábamos económicamente a otras familias pobres”.
“En tan solo unos meses, el conflicto se expandió por zonas cercanas a nuestro pueblo. Una noche, se escuchó una explosión en todo el vecindario. Jamás olvidaré esa explosión. Ese sonido marcó el comienzo de un nuevo capítulo en la vida de Umm Ahmad. Cuando atacaron su poblado con misiles, bombas de barril y ataques aéreos, huyó con su familia en la oscuridad de la noche. Corrieron por un campo y se escondieron en una cueva hasta que la situación pareció calmarse.
“Mi hijo regresó para comprobar lo ocurrido y traer todo lo que podría cargar como agua para los niños, que estaban aterrorizados. De repente, se sucedieron nuevos bombardeos en el poblado. Cuando mi hijo se dirigía hacia nosotros, fue asesinado junto al padre de mis cinco nietos a raíz de esos ataques. Dios nos es suficiente y Él es el que mejor soluciona cualquier situación”.