Los mortíferos ataques nocturnos de Israel contra Gaza constituyen una escalada atroz que ha causado la muerte principalmente de civiles y deben ser condenados rotundamente por los gobiernos internacionales, especialmente por los aliados de Israel.
Los líderes mundiales deben intensificar urgentemente la presión y exigir el restablecimiento del acuerdo de alto el fuego.
Cientos de personas, incluidos numerosos bebés y niños, han muerto en el ataque más mortífero desde que se anunció el alto el fuego en enero. El número de asesinados sigue aumentando a medida que se encuentran más cadáveres entre los escombros y pilas de extremidades llenan los pasillos de los hospitales desbordados.
Los ataques impactaron Gaza en pleno mes sagrado del Ramadán, justo cuando muchas personas rezaban o comían antes del amanecer, antes del inicio del día de ayuno. Otras familias se despertaron cuando las bombas destrozaron casas y refugios para desplazados sin previo aviso en plena noche.
Los palestinos en Gaza están siendo bombardeados y muriendo de hambre, ya que Israel ha bloqueado el acceso a Gaza desde el 2 de marzo a todos los alimentos, medicamentos, combustible y otros suministros vitales, en clara violación del derecho internacional. Los casos de desnutrición infantil ya están aumentando a medida que se agotan las reservas. Islamic Relief y otras agencias de ayuda continúan distribuyendo ayuda diaria, pero cada día que dura el asedio, resulta más difícil hacerlo.
La silenciosa respuesta de los aliados de Israel a estas reiteradas violaciones del derecho internacional, consistentes en meras expresiones superficiales de preocupación, es insuficiente y los convierte en cómplices de estos crímenes.
Instamos a los gobiernos internacionales a que utilicen toda su influencia política y económica, incluyendo el cese inmediato de la venta de armas y la suspensión de los acuerdos comerciales, para exigir responsabilidades a Israel, hacer cumplir el acuerdo de alto el fuego gradual y garantizar la entrada de suministros suficientes a Gaza.
La población de Gaza teme cada vez más la posibilidad de un nuevo ataque terrestre en los próximos días. El ejército israelí también ha ordenado una vez más a las familias palestinas que abandonen sus hogares en partes del norte y el este de Gaza y se dirijan al centro de la Franja, en un eco horroroso de las órdenes de desplazamiento forzado que se emitieron repetidamente a lo largo del año pasado y que obligaron a las familias a vivir en zonas cada vez más confinadas, sin asistencia humanitaria adecuada y bajo bombardeos continuo.