Los socios de Islamic Relief en el norte de Gaza describen escenas apocalípticas mientras las atrocidades contra los civiles aumentan aún más en los últimos días.
El derecho internacional ha muerto mientras la comunidad internacional observa impasible cómo Israel obliga a cientos de miles de palestinos a abandonar el norte.
El continuo asedio israelí y el bombardeo incesante del campo de refugiados de Jabalia han matado a cientos de personas, han cortado el suministro de alimentos y agua y han impedido que los civiles heridos lleguen al hospital. El ejército israelí ha ordenado a todos los civiles que se vayan y luego ha disparado contra las personas que intentaban hacerlo. Madres, padres e hijos han sido baleados mientras intentan encontrar comida y agua, o mientras intentan recuperar los cuerpos de sus familiares muertos que yacen pudriéndose en las calles. En Beit Lahiya, los refugios para las familias que han logrado escapar de Jabalia están tan abarrotados que algunas personas ahora duermen en los baños, y los refugios de las escuelas están siendo bombardeados e incendiados casi a diario. Esta mañana, el ejército israelí ordenó a miles de personas más que se refugiaban en Beit Lahiya que se desplazaran más al sur, y hay informes de mujeres y hombres separados y niños pequeños obligados a desplazarse solos.
Un trabajador de ayuda humanitaria de Islamic Relief en el norte de Gaza, cuyo nombre se mantiene en secreto para proteger su identidad, nos comenta:
“En este momento, todo el norte está sufriendo, pero la situación en Jabalia es especialmente indescriptible. La gente de Jabalia está muriendo de hambre, bombardeada y disparada en cuanto la ven. Ya no hay agua potable y la comida se está acabando. El simple hecho de salir a buscar comida y agua significa arriesgar la vida, ya que hay madres y padres a los que se dispara en la calle cuando intentan encontrar algo para que sus hijos puedan comer o beber. Casi todas las panaderías han cerrado porque se han quedado sin combustible y suministros, y no se permite la entrada de nada nuevo.
“Los civiles heridos necesitan desesperadamente tratamiento, pero se les impide recibirlo, ya que el hospital más cercano está asediado. Los tanques lo rodean y no se permite a nadie entrar ni salir, mientras los pacientes están atrapados en el interior. Otros hospitales están casi sin suministros ni combustible y no pueden tratar a muchas de las víctimas civiles que están llegando”.
A pesar de las afirmaciones de mejora en los últimos días, casi ninguna ayuda está llegando al norte de Gaza y las misiones humanitarias siguen siendo bloqueadas constantemente por el ejército israelí.
Los gobiernos internacionales deben aumentar la presión sobre Israel para poner fin a la masacre y permitir que llegue suficiente ayuda humanitaria a la población. Debe haber un alto el fuego inmediato y debe haber consecuencias para las violaciones continuas del derecho internacional.
Islamic Relief está pidiendo a los gobiernos que detengan todas las transferencias de armas, que están ayudando e incitando a estas atrocidades y probables crímenes de guerra, y presionen a Israel para que cumpla con la orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de prevenir el genocidio.