Este programa estacional brinda la oportunidad para que muchas personas vulnerables de todo el mundo, que sufren inseguridad alimentaria, tengan alimentos en el mes de Ramadán.
Nuestras oficinas en terreno se aseguran de que los alimentos sean acordes a la dieta local. A modo de ejemplo, algunos de los alimentos básicos que contienen son: arroz, harina, lentejas y aceite, azúcar, atún y dátiles, entre otros. El peso promedio de un paquete de alimentos es de 62,5 kg.
En lugares donde prevalecen la malnutrición y la inseguridad alimentaria, se aumentan las cantidades de paquetes de alimentos para garantizar una ingesta nutricional suficiente. Un paquete de alimentos cubre las necesidades dietéticas de una familia durante 4 semanas.
Mediante la entrega de vales de alimentos, las personas pueden adquirir los productos en función de sus necesidades. Sin embargo, esta opción no es viable en las zonas más remotas donde Islamic Relief interviene dada la lejanía de las tiendas o el acceso a éstas.
El programa Ramadán tiene como objetivo principal ofrecer asistencia alimentaria a familias vulnerables que enfrentan crisis alimentarias graves y sin acceso a niveles adecuados de nutrición, familias en condiciones económicas complejas, familias que viven por debajo del umbral de pobreza y familias que enfrentan los efectos de crisis humanitarias y desastres naturales.
Nuestra ayuda alimentaria se distribuye sin distinciones de religión, género, creencia o etnia.
Dona ahora y ayúdanos a permitir que las personas más necesitadas puedan romper el ayuno en 32 países este Ramadán, incluyendo España.
Durante este mes de ayuno se recomienda realizar la Sadaqa. Proporcionar alimentos a las personas, al final del día de ayuno (iftar sa’im), es un acto espiritual muy gratificante de acuerdo con la tradición y las enseñanzas islámicas. El Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah estén con él) dijo:
«Quien ayude a romper el ayuno de una persona que ayuna, tendrá la misma recompensa que él (el que ha ayunado) sin disminuir nada de la recompensa de la persona que ayuna». Sunan An-Nasaa’i
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