Gohar, de 55 años, ha luchado para ganarse la vida desde que perdió ambas piernas en un terremoto. Vive con sus 4 hijos en Daban, Cachemira; que se encuentra bajo la administración de Pakistán.
“Cuento con la caridad de familiares o de la comunidad para satisfacer las necesidades básicas de mi familia, ya que no puedo hacer ningún trabajo debido a mi discapacidad”, explica. “No hay otra fuente de ingresos para mí excepto la caridad”.
Gohar vive en un área remota de Daban con poco acceso a instalaciones de atención médica, lo que hace que la vida sea un desafío para él y sus hijos, dos de los cuales también tienen una discapacidad.
Dos de sus hijos estudian en una escuela gratuita. Los costes de sus uniformes y de sus útiles escolares son difíciles de cubrir.