Un trabajador de Islamic Relief * no encuentra motivos para alegrarse al comenzar un nuevo año sin que haya señales de un fin para la violencia.
Este es el primer blog que comparto con vosotros, mis lectores, en 2024. Nadie imaginó jamás que nosotros en Gaza comenzaríamos el nuevo año bajo bombardeos y asedio, en medio de desplazamientos e infraestructura destruida. Todo el mundo en todas partes tiene esperanzas y propósitos de Año Nuevo, pero para cada palestino sólo hay un simple deseo: que esta brutal guerra acabe con un alto al fuego inmediato. Estamos agradecidos a Allah por todo lo que nos está dando.
Seguiremos adelante, en eso somos buenos los palestinos. Seguiremos adelante siempre, a pesar de la magnitud de nuestras pérdidas.
No sé qué más puedo decir a través de este blog, después de tantos meses. Empecé a sentirme olvidado y abandonado por el mundo entero. La matanza y el sufrimiento de los palestinos continuarán y nadie hablará de ello.
Recuerdo que cuando comenzó la guerra en Ucrania, solía ver ondear la bandera ucraniana durante los partidos de fútbol en todas las grandes ligas del mundo. Recuerdo las campañas globales de apoyo a los ucranianos en todo el mundo y los países que incluso abrieron sus fronteras a quienes buscaban asilo y refugio. ¿Por qué esto no nos sucede a nosotros? ¿Quizás el mundo no cree que los palestinos sean tan importantes? Quizás al mundo no le importan nuestras vidas, nuestros derechos, nuestra existencia.
Me avergüenzo de este mundo, me avergüenzo de la falta de cumplimiento de las leyes internacionales de derechos humanos. He aprendido que todos estos clichés sólo se aplican a ciertas personas. Pero cuando un grupo de personas exigen su derecho a la vida, el mundo les hace oídos sordos. Donde hay apoyo, veo que se obstruyen las manifestaciones en todo el mundo. No sólo manifestaciones, sino a veces incluso publicaciones en las redes sociales en apoyo a Palestina. Qué vergüenza para vosotros, líderes mundiales.