lunes, 26 agosto 2024

El equipo de Islamic Relief describe escenas de hambruna después de 500 días de guerra en Sudán

 500 días de guerra han convertido Sudán en la mayor crisis de hambre del mundo y la hambruna se está propagando por todo el país, advierte Islamic Relief.

El director humanitario regional de Islamic Relief, Mohamed Abduwahid Omar, acaba de visitar lugares para personas desplazadas en Gedaref, en el sureste de Sudán, región que ha recibido a cientos de miles de personas que huyen de la violencia. Él dice:

“He visto muchas personas con los ojos hundidos y el cuerpo demacrado que llevaban al menos dos días sin comer nada. Otros comen sólo una pequeña taza de lentejas al día. La gente se muere de hambre y sólo intenta sobrevivir.

“Los lugares para las personas desplazadas están superpoblados  y el 80% de la gente que hay allí son mujeres y niños. He visitado una estación de autobuses a medio construir que se ha convertido en un centro de recepción para registrar a los recién llegados. Allí había 1.450 personas que habían llegado asustadas, agotadas y hambrientas, y cada día llegan más. No hay suficiente espacio, por lo que muchas personas tienen que dormir al aire libre bajo el frío y la lluvia torrencial. Sólo hay cinco baños para compartir entre todos y ahora que ha comenzado la temporada de lluvias existe un riesgo creciente de enfermedades. En una evaluación reciente, más del 40% de las personas encuestadas tenían al menos un miembro de la familia con diarrea grave debido a las malas condiciones.

 “La gente lloraba mientras me hablaba. Tienen miedo y se sienten desesperados por el futuro y sólo quieren que el mundo los ayude a detener esta pesadilla. Conocí a un hombre ciego que ha sido desplazado cuatro veces en el último año a medida que se han extendido los combates. No sabe adónde irá a si tiene que huir de nuevo. Lo único que le importa es sobrevivir de un día a otro y encontrar algo que comer”.

500 días de guerra han dejado a 25,6 millones de personas (más de la mitad de la población) sufriendo hambre. Alrededor de 13 millones de personas han huido de sus hogares.

Si bien las condiciones en partes del este de Sudán como Gedaref se están deteriorando, muchas otras partes de Sudán son aún peores. El equipo de Islamic Relief en Darfur, donde la organización apoya a los centros de nutrición, está siendo testigo de cómo los niños están consumiéndose debido a una desnutrición severa, y hay informes de familias que tienen que comer hojas de árboles o incluso alimento para animales porque no tienen nada más.

A principios de este mes se declararon oficialmente condiciones de hambruna en el campamento de Zamzam, en Darfur del Norte, y las instalaciones médicas en Darfur del Sur han informado de que entre 4 y 5 niños mueren cada día por desnutrición.

Desde que estalló la guerra, Islamic Relief ha atendido a más de 950.000 personas con ayuda vital que incluye alimentos, apoyo nutricional, dinero en efectivo y suministros médicos.

Pero las agencias humanitarias y las autoridades locales están luchando para hacer frente a la magnitud de la crisis. La respuesta humanitaria carece desesperadamente de fondos y las partes en el conflicto siguen obstruyendo el acceso a algunas de las zonas más afectadas mediante una combinación de retrasos burocráticos y la violencia actual. Sudán se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo para la entrega de ayuda, con al menos 37 trabajadores humanitarios asesinados desde que estalló la guerra. Docenas más de trabajadores humanitarios han sido agredidos y más de 120 oficinas y almacenes humanitarios han sido saqueados por grupos armados, incluidas las oficinas de Islamic Relief.

En Gedaref, las agencias humanitarias tienen un acceso relativamente bueno, pero la falta de financiación está obstaculizando la respuesta. Las autoridades locales han creado ocho centros de recepción para trasladar a las personas desplazadas a otros lugares mejor preparados, pero la mayoría de ellos todavía están en desarrollo y aún no están listos para albergar personas, por lo que los centros de recepción se están viendo desbordados y al borde del colapso.

A pesar del enorme sufrimiento, el mundo ignora en gran medida la crisis en Sudán. Islamic Relief hace un llamado a los gobiernos internacionales para que intensifiquen urgentemente los esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego inmediato, para que aumenten la presión sobre las partes en conflicto para que protejan a los civiles y faciliten el acceso humanitario, y para que se aumente la financiación humanitaria.

Cuatro meses después de la Conferencia de París en abril, muy poco de los 2.200 millones de dólares que los donantes internacionales prometieron para la respuesta humanitaria en Sudán se ha materializado y las promesas no se han cumplido.

En particular, Islamic Relief insta a los donantes a priorizar la financiación de acciones para prevenir la hambruna, como proporcionar dinero en efectivo para que la gente pueda comprar alimentos en los mercados locales y apoyar a los pequeños agricultores con semillas y herramientas para la agricultura. Los gobiernos internacionales también deberían aumentar el apoyo a las organizaciones comunitarias locales sudanesas.

Las salas de respuesta a emergencias locales y los comedores comunitarios han estado a la vanguardia de la respuesta humanitaria desde el comienzo de la guerra, pero muchos han tenido que cerrar debido a la falta de fondos y a los ataques.

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