El acceso al agua potable y saneamiento adecuado es esencial para que se cumplan el resto de derechos humanos. Disponer de agua potable en un hogar y poder gestionarla de forma segura es imprescindible para el desarrollo de la vida.
Como ya sabemos, el agua es la fuente de la vida. Sin embargo, aún a día de hoy, 785 millones de personas carecen de acceso al agua potable en el mundo. Sin agua potable para beber, 1 de cada 10 personas se enfrentan a riesgos como la deshidratación, las enfermedades y, en el peor de los casos, la propia muerte.
A continuación, Um-Khulthum nos cuenta cómo era su vida antes y después de que Islamic Relief instalara una bomba de agua manual en su localidad:
“Soy de las afueras de Al-Rahad. Tengo tres hijos: Mustafa de 8 años, Mohammed, de 5, e Ismail, de 3. Vivo con mi esposo Jabereldar y la familia de su hermano. Mi hijo mayor tiene la mano derecha lesionada; se cayó de un burro el año pasado y se dañó los nervios de la mano.»
El principal medio de transporte en el pueblo son los burros. Um-Khulthum es ama de casa y su marido es jornalero y con o que gana intenta mantener a su familia. En las estaciones más lluviosas, trabaja como agricultor, mientras que en las demás estaciones se traslada a Jartum para trabajar en la construcción.