Un trabajador humanitario de Islamic Relief* en Gaza informa que el peligro está más cerca que nunca de su familia, pero no les queda ningún lugar al que huir.
Ayer nos despertamos con nuevas órdenes para que la gente evacuara los barrios de la zona media de Gaza. Esto significa que el peligro se acerca a nosotros y es aterrador.
No tenemos otro lugar a donde ir. No llevaré a mi familia a vivir a la calle y a dormir en la acera.
No sé cuánto tiempo el mundo seguirá viendo cómo se desarrolla esta catástrofe. El mundo está haciendo la vista gorda ante nuestro sufrimiento y la terrible situación humanitaria a la que nos enfrentamos los palestinos.
Esto no es vida. Es solo la muerte, pero con la capacidad de hablar y respirar. Incluso las cosas más simples están ahora fuera de nuestro alcance: comida, agua, cargar nuestros teléfonos e incluso conseguir papel higiénico.