Un mes del bloqueo total de Gaza por parte de Israel está empujando el territorio hacia la hambruna, advierte Islamic Relief.
La crisis del hambre se está volviendo más desesperada cada día, a medida que Israel intensifica los esfuerzos para hacer que Gaza sea inhabitable mediante el cierre de la ayuda, la destrucción de la infraestructura y la intensificación de los ataques mortales contra civiles.
Los palestinos de Gaza están hambrientos de forma sistemática. La comida se está pudriendo en los camiones que no pueden llegar a los niños desnutridos a pocos kilómetros de distancia, y los medicamentos vitales para los pacientes enfermos están caducando mientras están bloqueados en la frontera. Ayer, todas las panaderías de Gaza tuvieron que cerrar porque se quedaban sin harina y gas de cocina.
Desde el 2 de marzo, Israel ha cerrado completamente todos los cruces hacia el territorio, evitando que entren suministros humanitarios o comerciales, incluidos alimentos, medicamentos y combustible.
Los médicos informan que la desnutrición está aumentando nuevamente entre los niños, y cientos de miles de personas se enfrentan a una grave escasez de alimentos a medida que se agotan los suministros. Negar la ayuda a las personas y utilizar el hambre como arma de guerra es una violación clara e inhumana del derecho internacional.
Desde el cierre, el personal de Islamic Relief y sus socios han logrado seguir distribuyendo alimentos diarios y comidas calientes a miles de familias, utilizando suministros que ya están dentro de Gaza. Pero las cantidades disminuyen cada día y cada vez es más difícil seguir adelante, ya que muchos artículos se están agotando.
El ejército israelí también está intensificando aún más los ataques contra civiles, con docenas de personas muertas en los bombardeos sobre Eid al Fitr, incluidos niños pequeños y mujeres embarazadas. Cientos de miles de personas han recibido una vez más la orden de abandonar sus hogares en el norte y el sur de Gaza, lo que ha obligado a personas mayores, niños pequeños, pacientes enfermos y personas con discapacidad a caminar kilómetros en busca de refugio. Sin embargo, ningún lugar es seguro, ya que las bombas siguen lloviendo sobre los refugios, las clínicas de salud y las zonas densamente pobladas.
Los gobiernos internacionales, especialmente los aliados de Israel, deben exigir urgentemente que Israel permita la entrada de ayuda y suministros vitales en Gaza, y que ponga fin a todos los ataques contra civiles.